Cuando pienso en las elecciones del 2018, las pienso complicadas. Y más complicado el panorama para quien sea el ganador. Realmente no hay candidato presidencial que pueda cumplir con las expectativas de nosotros los mexicanos de manera inmediata. Y debemos estar conscientes de ello. O aplicamos una expropiación estilo Lázaro Cárdenas o nos preparamos para un cambio gradual a través de varios sexenios.
Claro que podemos comenzar por “limpiar” un poco nuestras Instituciones; sacar lo que ya no funciona y dejar lo que tienen de bueno, que sí lo hay. Personas muy valiosas y otras que, pues no.
Es cierto, ya no queremos y no podemos seguir por la línea en que nos han llevado porque será el caos. Algo así como el Apocalipsis zombie, si no saben qué es pregunten a los hijos ellos sí.
El país no está bien por donde lo quieras ver, estamos en una crisis económica de varios años muy grande y grave porque nuestras autoridades no han querido reconocerlo.
Y muchas familias van cayendo en desgracia, porque no hay una declaratoria, que si la hubiera podría ayudar para que no se perdieran hipotecas, negocios, educación, salud y derechos de todos. No así de Emilio Azcárraga dueño de Televisa, ni de Slim de Telmex y ahora “minero”, políticos o de otros similares (a ellos les están acomodando las leyes para que no pierdan). NO, a ellos no, sino de aquellos que trabajan duro por sacar adelante a su familia con un sueldo que no alcanza para lo básico.
Todos los días por nuestro camino vemos casas abandonadas, mucho más comercio informal por el desempleo, las bolsas de mercado cada vez más vacías, las escuelas públicas más deficientes en sus instalaciones y materiales lúdicos-didácticos, las instituciones de salud ni hablar. Lo peor, las personas cansadas, desgastadas y los más jóvenes sin un presente (ya no digamos futuro) seguro.
Aunado a eso la ausencia de seguridad! No sé como muchos pensamos que todo está bien y normal. Que lo que sucede no es problema porque no tiene que ver con nosotros ¿Y todos aquellos que ya no están y no tenían nada que ver con esas situaciones? Y vamos aceptando leyes retrógradas, en todos los aspectos, que nos van encerrando porque no nos damos cuenta que en cualquier momento podríamos quedar atrapados en ellas; porque por otro lado no existen las condiciones de transparencia, conocimiento del derecho… asertividad y empatía ¡por qué no! en la aplicación y ejecución de las mismas.
Como que ahora sí tenemos que decidir desde el lugar que nos toca. Vamos a votar pero de manera conciente; no por el más “guapo”, ni el que nos da una despensa, o una beca de $150 bimestrales para los hijos, o porque siempre he sido de tal o cual partido (ya no aplica) ¡Así ya no! No creo que soportemos lo que viene si no lo hacemos correctamente.
Hace unos días navegando por Internet… Encontré un video en YouTube de alguien que echó las cartas para las elecciones de 2018. Sí, ya sé que no tiene nada de científico o analítico, un video realmente “mágico” donde decía algo así como la cita bíblica del viejo testamento en que dicen más o menos: venían 144,000 y muchos más que no alcance a contar… Palabras más palabras menos, la idea ahí está… Dice el video -entonces salen! Como nunca se ha visto! Vienen a votar, sin hacer caso a amenazas… Salen de los lugares más lejanos, hasta por debajo de las piedras vienen y votan y deciden! Todos los mexicanos votan!...- Entonces pensé en los zapatistas, Marichuy, los maestros, los sindicalizados, nosotros...Y yo digo ¿A poco no es mágico y esperanzador? Amen!!!